La inversión en energía es un difícil equilibrio. Los gestores de activos, las empresas, los bancos de inversión, los fondos de capital riesgo/inversión, los comerciantes y las empresas de capital riesgo deben hacer frente por igual a un mayor escrutinio normativo, a políticas públicas e incentivos financieros divergentes, a las comunidades locales y a los riesgos para la reputación, todo ello mientras buscan una rentabilidad saludable a largo plazo.
Al fin y al cabo, la transición a la energía sostenible no se va a producir sin unos comerciales sostenibles.
Tus directivos y analistas tienen que equilibrar una serie de prioridades a menudo contradictorias con una sólida base financiera y conocimientos de las tecnologías renovables emergentes para detectar auténticas innovaciones con potencial de crecimiento a largo plazo. La flexibilidad, el pensamiento lateral y la empatía se están volviendo tan vitales como el análisis financiero, las relaciones públicas y los conocimientos técnicos. Es un equilibrio difícil de conseguir, y el talento adecuado escasea.
A medida que evoluciona el sector, desarrollamos continuamente relaciones con los sectores financiero, inversor y empresarial, con un número cada vez mayor de nuevas empresas energéticas habilitadas para la tecnología. Muchos de nuestros clientes han evolucionado y han pasado a desempeñar nuevas funciones, como jefes de empresa, directores generales, inversores y asesores en apoyo de la «Transición a la Red Cero». Nuestra cartera de clientes incluye bancos de inversión, operadores comerciales (y sus empresas en cartera), empresas de servicios públicos y gestores de activos con los que nos asociamos para satisfacer sus necesidades de contratación de altos cargos.
Más concretamente, en las empresas de cartera, solemos trabajar con los clientes en la contratación a nivel de dirección general, consejo de administración y consejo de administración; en la parte compradora, colocamos a gestores de activos y directores, y en la parte vendedora, trabajamos a nivel de vicepresidente y superiores.
La práctica sigue cuatro temas clave: